Vallas publicitarias de lujo

WP_20160424_11_46_39_Pro

La torre de la Catedral de Jerez se muestra como uno de los escasos restos, y desde luego el de más entidad, de la primitiva Colegial, erigida en época medieval y derribada casi en su totalidad para levantar el edificio actual. Es una construcción tardogótica, de finales del siglo XV, aunque reformada en el XVIII. Su esbeltez, su sobria mezcla de estilos o su distintiva separación del templo del que sirve de campanario le otorgan personalidad. Se trata además de un elemento característico del paisaje y del perfil urbano de la ciudad histórica. Todos estos valores deberían ser suficientes para una debida protección. Sin embargo, hoy sirve como valla publicitaria, improvisada y de lujo, para una enorme pancarta que anuncia la celebración de una exposición, “Limes Fidei”, que se clausuró nada menos que en Marzo de 2015. Dos años de inutilidad parecen un tiempo excesivo. Desde aquí dediqué en su día buenas palabras a dicha exposición, en la que incluso tuve el honor de colaborar, pero lo oportuno de la iniciativa no justifica este recordatorio perenne, que transmite también a nuestros visitantes una evidente imagen de dejadez. Lo peor de todo es que este tipo de cartelería de gusto dudoso, elaborado con resistentes materiales firmemente anclados en muros centenarios, se ha puesto de moda desde hace algún tiempo y ha gustado tanto en los ambientes eclesiásticos y cofradieros locales que no hay efemérides y hasta proyecto de restauración que no haga uso de él para luego, pasado su pretendido sentido original, formar parte de fachadas que, más que embellecer, altera, y se convierte en una verdadera contaminación visual de presumible incumplimiento normativo.

Una vez más, les invito a recorrer el centro. Comprobarán que los últimos vientos pasaron de largo por estos grandes carteles, firmes en su ruda terquedad.

DSCN7339
Iglesia de San Mateo con carteles de efemérides del 2013 y 2014.
WP_20170425_10_24_27_Pro
Iglesia de Santiago: cartel solicitando fondos para su restauración.

http://www.diariodejerez.es/opinion/articulos/Vallas-publicitarias-lujo_0_1129987458.html

La Pasión olvidada (y IX)

DSCF1414

Bajo una piel neoclásica late un espíritu barroco, casi indómito, que no se logra extirpar de la imaginería pasionista en el ocaso del siglo XVIII. Estamos en 1793. Un reconocido escultor llamado José Esteve Bonet envía a la Cartuja jerezana el grupo escultórico de la Virgen de la Compasión. Él es un artista que incluso llega a dirigir la Academia de Bellas Artes de Valencia y a alcanzar el nombramiento de escultor de cámara del rey Carlos IV. Su obra, por su parte, pretende esa búsqueda del equilibrio y la sobriedad propios del Neoclasicismo. Y sin embargo la inspiración aquí es ajena a cualquier atisbo de frialdad grecolatina: la Virgen de las Angustias de Murcia, tallada medio siglo antes por Francisco Salzillo. La actitud implorante de María sosteniendo sobre el regazo a Cristo, la disposición y postura del cuerpo de éste, los pequeños ángeles que a cada lado agarran sus brazos… todo está copiado del modelo salzillesco. La expresión de dolor de los rostros de los cuatro personajes muestra ese mismo respeto a una tradición artística y una espiritualidad popular que se niegan a morir.

En 1794 llega a Jerez el Cristo de la Defensión, que hoy, Martes Santo, volverá a atraer las miradas. En él Esteve repite los rasgos físicos de Jesús en el conjunto cartujano. Sólo dos años de diferencia, idénticos planteamientos estéticos pero una historia dispar. Si el crucificado ha terminado teniendo una función procesional, la Virgen de la Compasión ha tenido una existencia muy movida, incluyendo una larga estancia en Cádiz, su vuelta a la Cartuja y su traslado reciente a la Catedral de Jerez. Consuela saber al menos que se está restaurando por buenas manos. Distinta suerte ha tenido su retablo en el monasterio, sumido en un turbio futuro, víctima también de la iconoclastia “anti-imaginera” y la “iconomanía” neocatecumenal.

autor-foto-jose-miguel-sanchez-pena
La imagen en su retablo del Capítulo de los Padres de la Cartuja. Autor fotografía: José Miguel Sánchez Peña.

http://www.diariodejerez.es/opinion/analisis/Pasion-olvidada-IX_0_1125787718.html