Anonimato y atribuciones (II)

Virgen del Desconsuelo en su estado original
Virgen del Desconsuelo en su estado original

Continuando con el repaso iniciado el pasado martes, tenemos que detenernos ahora en el Cristo de la Viga. Este crucificado tardogótico ha sido objeto de varias propuestas de autoría, que vienen además a situarlo en fechas posteriores a las tradicionalmente aceptadas. Se sugieren dos posibles autores. Virginia Díaz Chamorro lo creyó de Pedro Millán, maestro activo en Sevilla entre 1486 y 1526. Por su parte, Manuel Romero Bejarano piensa que es de Francisco de Heredia, un entallador del que por ahora no ha perdurado ninguna obra y que, según este historiador, en 1532 pudo tallarlo para la viga que remataba la reja de la capilla de los Pérez de Gallegos de la desaparecida Colegial medieval.

El expresivo y acabado rostro de la Virgen de los Remedios de la hermandad del Cristo del Amor es otra de las cumbres de la imaginería procesional jerezana. En la actualidad se considera vinculable al taller de Francisco Camacho de Mendoza (1680-1757). La atribución se debe a Fernando Aroca Vicenti y creo que posee mucho mayor fundamento que la poco atinada a Luisa Roldán. No hay que olvidar que esta dolorosa está relacionada con otra talla que hoy se acepta como creación de este escultor local, la de Jesús del Prendimiento, a cuya cofradía parece que perteneció.

Respecto a los titulares del Desconsuelo, ejecutados entre 1713 y 1714, hace unos años puse en duda que fueran del propio Francisco Camacho, como se venía diciendo. El fundamento para esta nueva hipótesis lo hallé en la analogía estilística que tienen con la producción documentada del sevillano Ignacio López (1658-1718), avecindado en El Puerto de Santa María entre finales del siglo XVII y principios del XVIII. Y, como veremos en las próximas semanas, no debieron de ser las únicas aportaciones de López a nuestra Semana Santa.

http://www.diariodejerez.es/article/opinion/1731789/anonimato/y/atribuciones/ii.html

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